Luego viene la tiara ...

La candidata a Reina de Belleza, más que un lindo rostro y un cuerpo bien formado, debe estar consciente que requiere algo más que eso, educación, cultura, buenos modales, mucha disciplina y dedicación, pues deberá destinar muchas horas de sacrificio si realmente desea cumplir su propósito, pero ante todo debe saber conservar sus valores.

Cultivar el intelecto es una de las cosas más importantes en la que debe trabajar, por medio de una capacitación académica si es posible.

El mundo de las pasarelas es fascinante pero muy exigente, además de disciplina y dedicación, la madurez juega un rol preponderante, la postulante tiene que estar preparada y saber enfrentar situaciones que podrían ser incómodas, saber tomar las cosas con calma, analizarlas, y actuar con la cabeza fría, ante todo debe mostrar una excelente educación y mucha altura.

• Modelos de Pasarela son aquellas que visten y exhiben la creación de un determinado diseñador, y al igual que las postulantes a Reina de Belleza dentro de su perfil debe tener un excelente nivel cultural, desenvolvimiento escénico, capacidad para entrevistas, conocimiento de normas de urbanidad, etiqueta, protocolo y mucho decoro, deben contar con habilidades que les permita enfrentarse a un público exigente, y en las pasarelas saber conducirse de manera natural y armoniosa, sin tratar de impresionar con movimientos que rayen en lo vulgar y ordinario.

• Modelos de Publicidad, son las que con su bella imagen publicitan los productos que ofrecen distintas empresas, a través de videos y fotografías (en ocasiones muy atrevidas), es entonces cuando deben prevalecer los valores morales.

Tanto las reinas de belleza, las modelos de pasarela y las de publicidad, además de los ejercicios físicos, deben contar con conocimientos profundos sobre etiqueta, protocolo, comportamiento social, tener una cultura amplia, conocer la historia de su país de origen y el mundo.

Ser perseverantes garantizará que proyecten la mejor imagen posible tanto física como intelectualmente, mereciendo de esta manera el respeto de los jueces y del público en general.

Georgette