Lo que sí y lo que no... Reglas de Oro
Existen algunas pautas de comportamiento que debemos seguir si queremos demostrar nuestra buena educación y, por supuesto, nuestro respeto hacia los demás. Esto nada tiene que ver con querer aparentar ser de la realeza por supuesto, simplemente se trata de educación y sentido común.
Nuestro buen comportamiento debe estar presente en todo momento y no debemos limitarnos a mostrarlo únicamente cuando estamos entre amigos o en reuniones formales, debemos lograr que nuestros buenos modales se conviertan en parte de nuestra vida y sea espontáneo y natural.
El pretender mostrar un buen comportamiento solo cuando estamos con personas desconocidas o cuando estamos fuera de casa puede no ser una buena idea ya que tarde o temprano mostraremos realmente nuestra verdadera educación y no faltará quien diga: “Ya mostró el cobre”.
Estos son algunos consejos para evitar los errores más comunes que se cometen en la mesa y que jamás pasan desapercibidos… no confundamos la mal llamada practicidad con el sentido común.
Antes de pasar a la mesa, debemos apagar el celular y por ningún concepto ponerlo encima como si fuera parte de la ornamentación.
Para empezar a comer, se debe esperar la señal del anfitrión… es cuando toma su servilleta y la coloca sobre su regazo.
Cuando tomamos la servilleta para extenderla sobre nuestro regazo, no debemos sacudirla o hacer movimientos exagerados, nuestros movimientos deben ser discretos.
Nunca debemos apoyar los codos en la mesa.
Debemos adoptar una postura recta sin descansar la espalda en el respaldo de la silla.
Cuando comemos, debemos llevar el alimento a la boca, y no la boca al alimento, siempre mantener una postura erguida sin agachar la cabeza.
Jamás se debe tocar ni tomar directamente con las manos los alimentos que están en las fuentes.
No está bien revolver la fuente buscando o escogiendo la mejor presa o la mayor porción.
No se lleva a la boca nada directamente de la fuente, el alimento debe ser servido en nuestro plato para recién poder hacerlo.
No debemos soplar los alimentos cuando están calientes, si es necesario se debe esperar a que enfríen por sí solos.
Si estamos en un buffet, no debemos colmar el plato como si fuera la última vez que comemos.
No tomar bocados demasiado grandes ni introducir otro sin haber antes pasado el anterior, además de dar una pésima impresión, corremos el riesgo de deformar el rostro.
No es correcto mezclar los alimentos para comerlos, cada variedad se debe llevar a la boca por separado, ni aun las ensaladas.
No debemos comer hasta la última migaja o gota de salsa
No hacer ruidos al masticar
No sorber la sopa ni las bebidas produciendo sonidos desagradables
No pretender pasar por gran conocedor haciendo demostraciones al beber el vino con gestos de sommelier, es molesto ver este tipo de actitudes, un verdadero conocedor no lo hará en la mesa.
No beber echando la cabeza hacia atrás y empinando la copa o vaso.
Antes y después de beber debemos limpiar las comisuras de nuestros labios con la servilleta.
No se dan muestras de impaciencia entre un plato y otro
Debemos seguir el ritmo de la comida, no es bueno exagerar con la conversación en lugar de comer, no olvidemos que el siguiente plato será servido una vez que todos hayan terminado.
Cuando hemos terminado, no debemos apartar el plato vacío hacia los lados, se debe esperar a que sea retirado por el personal de servicio.
Jamás debemos utilizar los molestos y desagradables palitos o mondadientes, debemos desecharlos de toda mesa y erradicar esa pésima costumbre.
No peinarse ni arreglar el cabello en la mesa.
No pintarse los labios ni retocarse el maquillaje en la mesa.
No limpiarse la nariz, es preferible excusarse y salir un momento si el caso así lo requiere.
No preguntar cómo fue preparado un plato, aunque la intensión sea halagar al anfitrión.
No se dan vuelta los platos para ver de qué marca son, ni se miran los vasos a trasluz para ver si es cristal y/o para ver si están limpios.
Todo lo descrito puede parecer absurdo, pero lamentablemente sucede con bastante frecuencia. No olvidemos que la etiqueta también es el respeto hacia los demás, así que evitemos comportamientos inadecuados que por supuesto incomodarán a los otros comensales.
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