Sin cuchara y en plato sopero… ¿Sabías?
Seamos sinceros, quién no se ha sentido intimidado alguna vez por un delicioso plato de spaghetti, ya sea en un restaurante o simplemente en nuestra casa.
La primera expresión que imagino en el rostro de alguien que tiene un plato de esta deliciosa comida italiana, es de quien se cuestiona así mismo… ¿y ahora cómo hago? pero no por el temor a no saberlo comer, pues aparentemente es sencillo, sino más bien por el temor a ensuciarse.
Sin duda, no es fácil rechazar semejante exquisitez, además si somos invitados, no sería correcto rechazar algo cuando tienen la gentileza de servirnos, sería una falta de consideración y cortesía hacerlo… ya estoy escuchando a quienes le dedican poco tiempo e importancia a la etiqueta y que hábilmente huyen de las formas elementales de educación… pero es que hasta para rechazar algo o mejor dicho para evitar algo, podemos hacerlo con sutileza para no ofender al anfitrión que, por supuesto y de memoria, deberíamos saber que puso su mejor empeño para agasajarnos con un delicioso festín…
Por otro lado, como buenos anfitriones y sabiendo que debemos dar el mejor de los momentos para que nuestros invitados tengan una experiencia encantadora e inolvidable mientras estén bajo nuestro techo, jamás haremos u ofreceremos algo que pudiese incomodarlos, por ejemplo; aunque es delicioso, no es buena idea servir spaguetti, es más cuando hablamos de invitaciones más formales como un banquete no se debe servir spaguetti, precisamente para no incomodar a los invitados, no es una buena opción aunque sabemos que puede ser una comida bastante apetecida, pero bueno… ese es otro tema.
He leído en algún artículo bastante interesante, por cierto, que hasta la Reina Isabel II evita los spaguetis, precisamente por temor a ensuciarse y, desde luego, dejar la elegancia que la caracteriza.
Y hago nuevamente una pausa…
No es que disfrute o me atemorice mencionar a la monarquía británica como ejemplo o por considerarlos como el mayor referente junto a la española u otra monarquía europea, que por supuesto merecen mi respeto, pero le duela a quien le duela, por supuesto que son un referente en temas de protocolo y por qué no decirlo de etiqueta también… al César lo que es del César, eso no quita que nosotros también hayamos heredado un ceremonial y un protocolo bastante desarrollado por cierto, de nuestros abuelos desde tiempos inmemoriales.
Si deseamos hilar más fino, en la parte occidental del hemisferio, una gran parte de los temas de etiqueta en la mesa, son diferenciados según su origen, por ejemplo: Para el uso de los cubiertos, podemos referirnos al estilo europeo y el americano o también llamado zigzag… ambos estilos existen, y mencionar a uno u otro no hará que yo sea admiradora de ninguno específicamente, simplemente denotará mayor conocimiento, así que no nos asustemos cuando escuchamos o leemos la palabra monarquía.
…Y es que cuando estoy frente a mi pantalla quiero escribir de todo!
Volviendo a los spaghettis…
La manera correcta de comer los spaghettis es únicamente con el tenedor, no se utiliza una cuchara para ayudar a cogerlos y mucho menos un cuchillo para cortarlos, muchas veces he visto que algunas personas con el afán de hacer más sencilla la manipulación de la pasta, opta por tomar un cuchillo para cortarlos como si fuese un gran trozo de carne, es un grave error y no es la manera correcta.
Con el tenedor, se debe separar sutilmente una pequeña cantidad de spaghetti del resto hacia uno de los bordes u orillas del plato (procuremos utilizar el mismo borde u orilla siempre) y en sentido a las manecillas del reloj girar el tenedor hasta que la pasta quede totalmente enrollada al cubierto, procuremos no exagerar con la cantidad ya que esto podría ocasionar que se caiga antes de llegar a la boca o que deformemos el rostro al introducir el tenedor a la boca.
¿Se fijaron que los spaghettis se sirven en platos hondos o soperos?
Sí, usualmente es así para mantener la temperatura adecuada y también para facilitar la manipulación de la pasta larga, las pastas cortas también suelen ser servidas en platos hondos.
Espero que, con estas pequeñas recomendaciones, la próxima vez que tengas un delicioso plato de spaghetti en frente, lo disfrutes al máximo sin temor a manchar la camisa, por lo mismo recuerda que las pastas normalmente son parte de la comida familiar y no se presentan en comidas ceremoniosas.
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