¡Quien se ha comido mi pan!

Es muy posible que alguna vez nos haya ocurrido, claro… antes de la pandemia, pues ahora está un poquito difícil hacer este tipo de eventos, ya sea en un ámbito familiar o social, aunque sabemos que hay quienes ya lo hacen, esto tiene que ver con la gran necesidad de reunir a la familia otra vez.

Un año alejados sin poder verse no ha sido nada fácil pero hay que decirlo, fue muy necesario y lo mismo ocurre con los eventos sociales, me refiero a las empresas que viven y se mantienen gracias a este tipo de actividades, que van desde las empresas especializadas en la organización de eventos como bodas y cumpleaños, entre muchas otras claro.

También están los restaurantes que sin la afluencia necesaria de clientes ha sido muy difícil mantenerse a flote, confirmamos una vez más que sin clientes no es nada fácil, esto no funciona…

Lamentablemente en todo el periodo de cuarentena, hubieron muchos restaurantes que se vieron en la necesidad no solo de reducir su personal, sino de cerrar sus puertas y lo mismo pasó con las empresas organizadoras de eventos.

Aunque la pandemia persiste, hay una imperiosa necesidad volver al ruedo pues la economía de muchas familias está por los suelos, muchos negocios fueron mortalmente afectados, en fin este es un tema complicado, pues si ponemos en una balanza la necesidad de trabajar para producir frente a la salud, está claro que lo adecuado si es que no es obvio seria optar por la salud… pero entonces que comemos?

A principios de este año, las actividades económicas fueron “normalizándose” de algún modo, menos restricciones para poder salir de casa y reactivar la economía, surgieron muchos nuevos emprendedores, es algo digno de destacar.

En otros países hicieron lo propio, incluso hay aquellos que gracias a las vacunas y al control adecuado de la salud a cargo de sus autoridades, ya pueden dejar de utilizar el barbijo o tapa bocas en áreas abiertas como en Francia, sin embargo no es bueno bajar la guardia, debemos continuar con todos los protocolos necesarios como el distanciamiento social, el uso del barbijo, alcohol y por supuesto el lavado de manos de manera constante.

Bajo estos cuidados, es que los restaurantes volvieron al ruedo, cuidando el aforo supervisado por las autoridades, y por supuesto donde antes se sentaban 4 personas, ahora se sientan solo 2 y además con una prudente distancia, lo que quiere decir que el montaje de mesa ha sufrido algunas variaciones en cuanto a la distancia y es por eso que inicie este artículo con la frase: es posible que alguna vez nos haya ocurrido…

Antes de la pandemia, el montaje de mesa era realizado sin un distanciamiento como el que hay ahora, por supuesto que había que respetar un mínimo de 60 cm entre plato y plato de cada comensal, pero la ornamentación de la mesa se hacía más estricta en eventos formales por lo que había que tener mucho cuidado, pero todo esto no con el fin de evitar contagios sino más bien para que los comensales estén cómodos a la hora de comer.

Ahora sucede que ese distanciamiento es mucho mayor y como el aforo permitido a la fecha es del 50% de la capacidad de los restaurantes, por lo menos en los que se respetan estos cuidados, ya no hay el riesgo de que nos ocurra que cuando estamos invitados a un almuerzo o cena o simplemente cuando vamos a un restaurante, no encontremos nuestro pan en el plato para pan porque alguien se adelantó y se comió el nuestro!

Es que seguramente a veces olvidamos o simplemente por desconocimiento no tomamos en cuenta cuales son los elementos de la mesa que son nuestros y cuál es su ubicación y por consecuencia tomamos el pan del vecino o la servilleta, cubiertos e incluso las copas ajenas.

Les dejo esta sencilla regla para que nunca olviden que su plato para pan siempre estará a la izquierda y sus bebidas siempre a la derecha, de esta manera evitaremos pasar por un momento incómodo.

Sé que es cómico y tal vez para algunos absurdo e innecesario pensar en esto, otros más innovadores dirán que la “practicidad” es importante y no deberíamos pensar en qué lugar están nuestros elementos, que es indiferente el orden y que no estamos en una mesa de reyes o cuentos de hadas, que estamos en el siglo XXI y bla, bla, bla… ya los estoy escuchando… pero bueno, respecto a lo último no voy a comentar en este espacio…

Esta confusión sucede con mucha frecuencia y es muy posible que las personas que se comieron nuestro pan no sepan la regla del Bread & Drink.

La conocen? Pues voy a regalarles este tip para que no nos vuelva a ocurrir...

Si doblas y unes el dedo pulgar al índice de ambas manos como si estuvieras haciendo la señal de OK, formarás las letras b (bread/Pan) a la izquierda y d (drink/beber) a la derecha, entonces esto te servirá para recordar que a tu lado izquierdo está el pan que te corresponde y a tu derecha tus bebidas.

Entonces para los anfitriones, no olviden que el platillo para pan debe ser colocado a la izquierda al igual que la servilleta y las copas deben estar a la derecha, ¡no se confundan!

Tenedores siempre a la izquierda, cuchillos y cucharas a la derecha del plato base, plato de sitio o fondo y una cosa más… recuerden que los cubiertos siempre se utilizan de afuera hacia adentro.


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