Con amor y buen gusto es suficiente…
Pasado mañana es Nochebuena, las calles de la ciudad son más concurridas de lo habitual, parecería que se tomaron las calles por asalto, especialmente el comercio informal, y no es para menos, es una nueva oportunidad para generar algunos ingresos extras, lo malo es que estamos descuidando nuestra salud, más aun cuando la nueva variante Ómicron de la que aún no sabemos mucho, se encuentra haciendo de las suyas.
Y es que se trata del típico trajín característico de la Navidad y de Fin de Año pero no deberíamos relajarnos tanto, por lo menos procuremos mantener el distanciamiento social y seguir con el uso del barbijo o cubre bocas y el gel para manos y sobre todo cuidar a nuestros niños, pues parece que son ellos los más vulnerables a esta nueva variante.
Ya hace un tiempo atrás las reuniones familiares se fueron normalizando paulatinamente, ya es normal la visita de los hijos, hermanos, tíos, sobrinos que durante mucho tiempo estuvieron aislados al igual que nosotros pero parecería que estas fechas hacen que por arte de magia nos olvidemos completamente del peligro que aún nos acecha.
Las reuniones entre amigos de colegio, universidad, compañeros de trabajo también son más frecuentes, es que son días muy especiales.
Es muy común que por estas fechas se organicen cenas empresariales como preámbulo a la celebración de la Navidad y el Año Nuevo. Las empresas desean agasajar a sus funcionarios y por su lado ellos como cada año también esperan ansiosos este momento pues es una linda oportunidad para compartir un momento agradable, considerando que pasan la mitad del tiempo en la oficina, si es que no es más como en muchos casos.
Los almuerzos y las cenas se apoderan de nuestra agenda y es momento de asumir dos roles muy importantes, el de “anfitrión” y/o el de “invitado” y para ello vamos a repasar algunos consejos.
Si somos anfitriones, ya sea para una cena oficial, empresarial o familiar,
- Procuremos tener, cubre bocas en caso de que uno de nuestros invitados lo requiera.
- Asignar algunos lugares estratégicos y colocar gel y/o alcohol para uso libre de los invitados.
- No es recomendable permanecer en ambientes cerrados, pensemos en un sistema de ventilación.
Habiéndome referido a estos importantes consejos para cuidar nuestra salud, como escribí líneas arriba, los almuerzos y cenas de oficina y por qué no entre amigos y familiares, son más frecuentes en estos días e ineludiblemente forman parte vital de la etiqueta, pues hay reglas que guían nuestro comportamiento, los buenos modales, el respeto y la cortesía, son normas de convivencia que no podemos descuidar, el saber comportarnos de manera adecuada en la mesa, saber sostener una buena conversación y por supuesto escoger la vestimenta apropiada para cada ocasión, respetando y haciendo buen uso del código de vestimenta.
Como anfitriones, siempre procuramos y esperamos tener a punto hasta en el más mínimo detalle y eso debe ser desde que nuestros invitados cruzan la puerta de ingreso y será así hasta el momento en el que se retiren, coloquialmente hablando, mientras permanezcan bajo nuestro techo, como anfitriones debemos satisfacer todas sus necesidades y hacer que tengan un memorable recuerdo por todas las atenciones recibidas, realmente un buen anfitrión logrará hacer felices a sus invitados en todo momento.
Respecto a la cena, asumimos que se inicia no en la mesa sino en la cocina, donde la preparación de los alimentos es esmerada y se cuida cada detalle hasta el emplatado inclusive, evidentemente nadie hará un tours por la cocina para ver cómo marcha la cosa por ahí, pero cada uno asume que la calidad va acorde con el esmero de un excelente anfitrión.
Así como la comida entra por los ojos, también podemos decir que una mesa elegante y montada con buen gusto hará inolvidable la velada. No olvidemos nunca que el placer de comer se inicia con el espectáculo de una mesa puesta con estilo, y cuando digo estilo no me refiero a una mesa recargada de adornos caros sino a una mesa que haya sido montada con muy buen gusto y sobre todo hecha con el corazón, no es necesario tener una vajilla cara para lucir nuestro buen gusto, maravillas podemos hacer con lo que tenemos en casa… créanme.
Es muy importante el mantel, siempre sugiero manteles de colores claros como el blanco, marfil, crema o perlado, pues hacen que la mesa se vea más delicada y elegante, por supuesto que las servilletas que deben ser de tela tienen que ser del mismo juego, es lo más adecuado sin embargo muchas veces no tenemos las tenemos, pero podemos buscar alguna que tenga los mismos tonos y que guarde armonía con el mantel.
También están los montajes de mesa temáticos, donde los colores fuertes abundan y no es que este mal, pero si me preguntan, una mesa sobria y elegante debe tener colores claros, lo que no quiere decir que un mantel verde no sea elegante. En estas fechas los colores que predominan son el verde y el rojo pues son los colores navideños, incluso el dorado. Combinando estos tres colores, se puede montar perfectamente una mesa con temática navideña donde el buen gusto del anfitrión resalte.
Seguramente la mesa para la cena de Fin de Año, Año Nuevo o Noche Vieja como se la llama en algunos países, tendrá los colores claros a diferencia de la mesa de Noche Buena.
No olviden que la mesa debe estar montada con lo necesario, desplegar toda la cubertería si el menú de la noche es una deliciosa picana seria absurdo, tampoco son necesarias todas las copas, solo las que utilizaremos de acuerdo a la bebida elegida para la ocasión.
¡Tengan una Feliz Navidad!
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