Demasiada educación o simple grosería…

¡Que no pongas los codos en la mesa! - ¡No te eches en el respaldo de la silla! - ¡No hables con la boca llena! - ¡Límpiate los labios antes de beber! - ¡Come despacio! - ¡No juegues con los cubiertos! - ¡Mastica con la boca cerrada! - ¡No empines la copa para beber! y muchas otras expresiones son muy comunes en algunas mesas familiares… seguro en el intento de corregir a los hijos.

Es posible que esta tarea hubiese sido más sencilla o innecesaria si lo hubiéramos hecho en los primeros años de su infancia, pero por supuesto ¡Nunca es tarde! Lo que sí, jamás lo hagamos frente a nuestros invitados o en un entorno que no sea familiar, porque solo lograríamos avergonzar o ridiculizar a nuestros hijos, incluso somos nosotros mismos quienes quedaríamos mal parados ya que no debería ser necesario tener que hacerlo y mucho menos delante de “extraños”... Todo tiene su momento y su lugar.

Me animo a decir que todos los comportamientos descritos en el primer párrafo, son más que recurrentes, sin embargo hay otras actitudes que la mayoría de nosotros realizamos de manera deliberada y seguros de estar haciéndolo muy bien.

Y es que hemos “normalizado” su uso… el hombre es una animal de costumbres, legalizamos comportamientos (si vale el término), solo por el simple hecho de utilizar algunas formas de manera repetida, transmitida de generación en generación, y con el tiempo convertida en costumbre sin pensar en su origen.

Hasta hoy, muchos lo hemos hecho de manera consiente y natural, seguros de estar en lo correcto, y no solo eso, sino orgullosos de tener una excelsa educación…

Les suena familiar la expresión “¿Provecho?” o “¿Buen Provecho?”… ¡Seguro que sí!

Hay quienes lo utilizan pretendiendo ser muy educados, pero agárrense porque desde el punto de vista de la etiqueta y el comportamiento social, es una expresión que no debería usarse por varios motivos, desde el práctico, hasta por el origen histórico.

- Cuando un comensal dice la usual expresión (hasta hoy espero) “Buen provecho”, implica recibir una respuesta que debe realizarse por cortesía, pues la buena educación manda que las personas aludidas deban responder mínimamente con un gracias, pero que mal momento hemos escogido para pretender aquello, cuando muchos están con la boca ocupada comiendo… están con la boca llena, por lo que no es nada oportuno hacerlo.

Es lo mismo que cuando vamos a un restaurante, y vemos que por casualidad hay algún conocido comiendo junto a su familia, y nosotros por muy educados, no dudamos en acercarnos para saludar, sin embargo lo único que estamos haciendo es interrumpir e incomodar a toda su familia, cuando lo correcto sería realizar una simple venia con la cabeza o bien un ademan de saludo con la mano, sin necesidad de cruzar todo un comedor para estrechar manos e intercambiar besos y abrazos, salvo que percibamos que eso es lo que esperan.

No les parece desagradable estar con un bocado en la boca y de repente se acercan de la manera más atenta para saludar y tú no sabes si pasar el bocado sin masticarlo o cubrirte la boca con la servilleta para poder responder?

Muchas veces deseamos hacer gala de nuestra buena educación pero en realidad, por hacerlo bien, estamos haciendo todo lo contrario.

- Si a la historia nos remitimos, debemos referirnos a los moros, que durante la ocupación de España, indudablemente se constituyeron en una influencia importante, especialmente en el sur, quienes lógicamente adoptaron sus costumbres y una de ellas es precisamente la de eructar en la mesa después de comer como muestra de saciedad a lo que seguidamente se respondía “provecho” o “que aproveche”, esto era considerado de muy buena educación y buen gusto, sin embargo para las culturas occidentales no está nada bien visto.

Si lo que buscamos es ser gentiles, tal vez no sería descabellado remplazar la expresión “provecho” por “buen apetito” o un “que disfruten de la cena“, de esta manera no se relacionaría con el término en cuestión.

En Estados Unidos por ejemplo, acostumbran decir “Enjoy your meal“, en Francia “bon appétit” y en Italia “buon appetito“. Ojo que no estoy recomendando adoptar costumbres o formas distintas a las nuestras o de otros países, lo que trato de mostrar es que hay palabras y frases que pueden mostrar la misma intensión de cortesía que al decir provecho pero no se relaciona con todo lo anteriormente explicado.

- Esta palabra también hace referencia al eructo que hace un lactante, se produce después de que la madre da algunas palmadas en su espalda para evitar que tenga malestares estomacales.

Ahora, es tuya la decisión.



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