La ética frente a un mundo digital…

El comportamiento con el que nos conducimos cada día, en casa, en la calle, en la oficina, en espacios públicos o privados, las decisiones que tomamos en determinados momentos de nuestra vida, las formas y maneras de relacionarnos con otras personas, sean familiares o amigos, incluso desconocidos, con los animales, y por supuesto con el medio ambiente, define nuestra calidad como personas donde la ética es fácilmente apreciada por nuestro entorno más cercano y por supuesto la sociedad a la que pertenecemos.

La ética como filosofía de la moral, cuestiona el por qué consideramos validos algunos comportamientos y otros no, compara la moral que tienen las personas haciendo una diferencia entre lo que está bien y lo que está mal.

Sería muy difícil pensar que la etiqueta existe sin necesidad de la ética cuando sabemos que la etiqueta es un conjunto de normas y reglas que de alguna manera guían nuestro comportamiento a través del respeto hacia los demás, demostrando siempre un buen comportamiento y buenas maneras sin importar el lugar en el que nos encontremos.

Es así que podemos referirnos a la NETiqueta, que no es más que el conjunto de normas de comportamiento general en internet, es la adaptación de las reglas de etiqueta del mundo real al mundo virtual. De ahí su nombre “NETiquette” (NET / Red y etiquette / etiqueta) en español NETiqueta.

Si analizamos, podemos darnos cuenta que no existe algo escrito como para darle un carácter obligatorio bajo una sanción en caso de incumplimiento, vale decir que si una persona no tiene un comportamiento adecuado en las redes, no tendrá más sanción que la moral que es estrictamente interna y se aplica por la propia conciencia del individuo. Por supuesto que la sanción moral también puede venir de la sociedad.

Por ejemplo, no ser amable con alguna persona no tiene una sanción jurídica pero sí tiene una sanción moral, de la misma manera ser irrespetuoso al escribir en las redes sociales tampoco tiene una sanción jurídica pero si el peso de la sanción moral de una gran comunidad de internautas.

Desde luego no me estoy refiriendo al comportamiento inapropiado de algunos elementos que utilizan las redes sociales para realizar actos ilícitos como fraude, trata y tráfico de personas por citar algunos ejemplos, que por supuesto son rastreados por la policía a través de la unidad de delitos informáticos y son pasibles a una sanción jurídica de acuerdo a la gravedad de la infracción o delito cometido.

Sin embargo también hay personas que mal utilizan las bondades de la tecnología en busca de su propio beneficio a través de las redes sociales, lamentablemente hoy más que nunca está en ascenso pues muchas actividades y eventos se trasladaron a este escenario y por supuesto el internet se ha convertido no solo en una necesidad, sino en el gran protagonista a través de las redes sociales donde es inevitable (por el momento) que se filtren personas mal intencionadas que se dedican a “robar contactos” con el ánimo de expandirse e ingresar a determinados grupos de profesionales incluso haciéndose pasar por una más de ellos.

En algún momento se decía que el papel aguanta todo, pues ahora las RRSS también lo hacen, solo es suficiente ver el perfil de algunas personas que publican una hoja de vida envidiable… lo que pasa es que el respaldo físico de la información publicada parecería ya no ser necesaria como antes.

Hay quienes presumen una experiencia única, muchos años de trayectoria e incluso títulos poco menos que de nobleza y si no somos lo suficientemente inteligentes, estas personas empezaran no solo a ingresar a nuestras organizaciones, plataformas o grupos de trabajo, sino que empezará un peligroso descenso respecto a la credibilidad y calidad de la organización.

Por eso es bueno tener un mayor control al aceptar nuevos amigos (Facebook), hay quienes aceptan solicitudes de amistad que no tienen ni fotografía, además de ser peligroso también nos exponemos a propagar algún virus informático que dañen nuestros equipos.

Si te envían una solicitud de amistad, verifica que la persona realmente exista y trata de averiguar si su perfil es real. Nadie que valga la pena te pide amistad desde un país con el cual tú nunca tuviste relaciones, es casi seguro que llegaron a ti por que se robaron contactos, entonces averigua y pregunta a alguno de tus contactos en común si efectivamente conoce y recomienda a esa persona para recién aceptarla.

Si eres administrador, propietario o responsable de una organización que tiene algún perfil en las RRSS (Facebook), asegúrate de pedir todo el respaldo necesario para sustentar su hoja de vida, no te limites a creer en los títulos y años de experiencia que figura en su perfil, siempre hay la manera de cruzar información. No permitas que se filtren sujetos que a corto plazo te perjudicaran.

Estamos en una época muy especial, el internet es nuestro mayor aliado pero también puede ser nuestro peor enemigo, la ética es una virtud que no muchos conocen y practican.

He visto muy de cerca como algunos perfiles incrementaron sus contactos de 1000 a 2300 (aprox.) en un solo día y lo sorprendente es que muchos eran mis contactos, familiares y colegas de otros países y no hay manera que esa persona haya podido conocerlas pues son de un entorno de mi confianza.

Por esta razón, es que la etiqueta tiene como uno de sus elementos fundamentales la ética, en este caso la NETiqueta precisa de la ética de cada uno de nosotros.


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