Epifanía…
Mañana concluye una de las festividades más importantes para el mundo cristiano y por qué no decirlo la más esperada por los más pequeños de la casa, pues es cuando reciben regalos.
En algunos casos los reciben en Nochebuena, es decir la noche del 24 de diciembre después del nacimiento de Jesús, en otros casos el 25 de diciembre, pero también en la mañana del 6 de enero. Esto tiene que ver con las costumbres que las familias fueron heredando.
Como bien sabemos, la navidad es cuando se celebra el nacimiento de Jesús y solo dura un día que es el 25 de diciembre, pero las fiestas de navidad se prolongan desde la Nochebuena hasta el 6 de enero… la Epifanía del Señor.
Durante este periodo, las compras se incrementan considerablemente, es una época netamente comercial pues es cuando empezamos a realizar la compra de obsequios para los niños.
Ya a partir de los primeros días de diciembre e incluso antes, hemos comenzado a vivir ese sentimiento navideño como cada año, tanto en las calles como también en nuestra economía.
Normalmente, mañana 6 de enero finaliza este periodo con la celebración del Día de Reyes que es una tradición que se ha extendido por varios países de Sud América y Europa.
El Día de Reyes es cuando recordamos la llegada de los “Reyes Magos” del Oriente; Melchor, Gaspar y Baltazar con obsequios (mirra, incienso y oro respectivamente) para el Niño Jesús.
Para estas fechas, la entrega de regalos a los niños y disfrutar en familia de una deliciosa rosca de reyes, un pan dulce o panetón acompañado de una tasa de chocolate es bastante común dentro de nuestras tradiciones, sin embargo la parte importante y principalmente para las familias más tradicionales y conservadoras es cuando visten con su mejores galas a sus Niñitos y los llevan a las iglesias para que según la creencia popular escuchen misa y sean bendecidos antes de ser guardados hasta la próxima navidad.
Aunque esa es la parte importante de la festividad, los pequeños de la casa esperarán los Reyes Magos, aunque no todos los hogares guardan esta tradición.
También es costumbre que quienes quieran cambiar su nacimiento o tengan figuras ya defectuosas, las dejen en las puertas de las iglesias. Así, personas con menos recursos puedan tener un nacimiento.
Sin embargo, debido a las restricciones para contrarrestar la cuarta ola del COVID-19, es probable que la afluencia de gente en las parroquias sea menor además que el aforo debería ser reducido sin mencionar que todos deberíamos respetar las medidas de bioseguridad.
Existen algunas familias que acostumbran mandar a oficiar una misa especial para sus Niñitos, donde además de la celebración de la misa cuentan con villancicos que son interpretados por niños y jóvenes convocados para este fin, los organizadores lo hacen con mucha fe. Otras, tienen la costumbre de preparar y compartir una tasa de chocolate y panetón con personas que por alguna razón son de escasos recursos, ojala muchos pudiéramos emular esta costumbre y no solo en esta fecha.
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