No solo al dueño del banco…
Dentro de nuestras actividades cotidianas, existen muchas que son desarrolladas todos los días del año, y por lo mismo, se han convertido en algo tan habitual que ya forman parte de una rutina y por consiguiente, estoy segura que no le hemos prestado la atención necesaria como para detenernos un instante para analizar, y realizar una breve autoevaluación y corrección si el caso lo amerita.
Si bien hay actitudes que forman parte indivisible de nuestro carácter gracias a la educación que hemos recibido en una primera instancia por nuestros padres en casa y posteriormente junto a la formación con la que hemos crecido, no tendría objeto que perdamos el tiempo tratando este tema, sin embargo, considero que por muy sencillo o insignificante que parezca, la importancia de este tema es realmente alta, ya qué nuestra vida personal y profesional está directamente relacionada a través de la imagen que proyectamos.
¿Te pusiste a pensar la cantidad de veces que saludas en un día?
No importa si el saludo es en persona o a través del móvil, incluso vía internet utilizando alguna aplicación como Whatsapp, Telegram, etc. Lo cierto es que el saludo es lo primero que hay antes de entablar una comunicación, antes de iniciar una conversación, por lo menos eso es lo que se espera, yo no concibo la idea de empezar el día sin saludar y dar los buenos días a quienes tengo la dicha de tener como familia, como tampoco me imagino llegar a la oficina y sin más ni más, obviando el saludo, iniciar de manera abrupta una conversación con un colega, por mucha confianza que exista como si nos hubiéramos visto 5 minutos antes.
Si en un entorno familiar o de confianza sucediera eso, ¿Qué podríamos esperar de las relaciones sociales que con seguridad afrontaremos el resto del día y los demás?
¿Cómo saludamos cada vez que nos encontramos con alguien?
¿Cómo saludamos cuando ingresamos a un recinto?, ¿Lo hacemos?
¿Saludamos de manera adecuada y atenta cuando nos presentan a alguien?
A través del saludo, mostramos nuestra personalidad, nuestra educación, a través del saludo también proyectamos nuestro estado de ánimo, nuestro interés por la persona o por la reunión a la que asistimos, sin embargo debemos tener muy claro que el saludo no solo es una expresión de buen comportamiento o buenas maneras y costumbres ya que se constituye en una carta “abierta” de presentación, donde solo serán suficientes unos cuantos segundos para que el interlocutor pueda formar un concepto positivo o negativo sobre nosotros y por supuesto esto tendrá una incidencia directa en el curso que vaya a tomar la reunión.
Si pensamos que este es un factor que puede perjudicar solo a algunos, estamos equivocados… si no le enseñamos a un niño a saludar correctamente, el día que vaya al colegio y no salude al profesor, es posible que de manera natural y no planificada, el profesor le reste unos puntos… pero ojo no en sus calificaciones sino en el concepto que se formará respecto al niño y por supuesto de sus padres.
Pero no es suficiente saludar… hay que saber hacerlo.
- Dirijamos la mirada a la persona, no debe ser una mirada desafiante por supuesto, pero proyectar seguridad y no timidez, una mirada firme transmite sinceridad y transparencia.
- Nunca debemos evadir la mirada, dirijamos la mirada a la otra persona, no la evada ya que esto puede evidenciar timidez y/o baja autoestima y también falta de transparencia.
- Palabras amables siempre son bienvenidas, no es suficiente decir “Hola” o “Buenas” primero debemos considerar el contexto y la confianza con el interlocutor, sin embargo en ninguno de los casos debería haber un saludo tan poco cordial. La amabilidad siempre es muy importante, no nos quita nada sino todo lo contrario.
- Un rostro es más agradable cuando una sonrisa lo acompaña de manera natural, no es lo mismo una sonrisa que una risa, mucho cuidado!
- El tono de voz es importante, hable seguro de sí mismo y con un tono de voz adecuado.
Con frecuencia he visto que muchas personas no saben quién debe saludar a quien y este material será parte del próximo artículo, sin embargo lo que no puedo dejar de mencionar ahora mismo es que debemos saludar con el mismo esmero y respeto a todos y no solo al dueño del banco, eso dice mucho de nosotros.
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