Un capricho de la Etiqueta… Saber ser y saber estar
La etiqueta es la guía social, que nos muestra el respeto por las personas, empresas, instituciones, culturas y costumbres, manteniendo los buenos modales en todo momento y lugar.
Los complementos de la etiqueta son la cordialidad, la hospitalidad y el respeto, y de estos tres elementos derivan las reglas y normas básicas de la etiqueta.
La etiqueta también es una expresión de cortesía que se despliega entre anfitriones e invitados de manera recíproca, la etiqueta no hace diferencias en razón del origen, religión, sexo o capacidad económica, por lo mismo, la etiqueta no discrimina, más al contrario la etiqueta sirve y ayuda para que exista una mejor convivencia dentro de la sociedad a través del respeto al prójimo.
La etiqueta está en todas partes; en la casa, el colegio, la universidad, la oficina, el ascensor, el taxi, el cine, el teatro, el restaurante e incluso en la calle y no solo en la mesa como muchos piensan. La etiqueta está en cualquier espacio y es imprescindible saber comportarnos de manera adecuada cuidando siempre nuestra imagen.
La imagen es parte de la etiqueta… comer con las manos puede ser mal visto en nuestra sociedad pues estamos acostumbrados a utilizar cubiertos, sin embargo hacerlo en un apthapi es lo adecuado al igual que sentarse en el suelo para estar en mayor contacto con la madre tierra, con esto quiero decir que la etiqueta no es la misma para todos, para unos es bueno emitir sonidos al comer (países asiáticos) y para otros es imperdonable hacerlo (occidente).
Lo que la etiqueta nos enseña es a ser tolerantes, amables, gentiles, solidarios, empáticos y en suma respetuosos con los demás y por supuesto con sus costumbres.
La etiqueta es el conjunto de reglas y costumbres que nos permite desenvolvernos de manera adecuada de acuerdo a las circunstancias.
¿Pero qué tiene que ver la etiqueta con el saber ser y el saber estar?
Sencillamente todo…
Debemos comportarnos de acuerdo a las circunstancias y al entorno en el que nos encontremos, puede ser que cada situación sea muy particular, sin embargo hay que cuidar que nuestra personalidad no sea minimizada.
Todos tenemos una identidad y por nada debería ser diferente a lo que realmente somos en la intimidad de nuestro hogar, pero por supuesto también debemos cuidar y evitar detalles que podrían ser de poca ayuda en situaciones donde el saber ser y el saber estar es primordial.
Cuando hablamos del saber ser, nos referimos a las competencias que se denominan existenciales, el saber ser no solo es el conocimiento, vale decir la preparación, formación o la profesionalización que tengamos, sino los factores individuales como la personalidad y todo lo que está relacionado a ella; nuestro desempeño, comportamiento, etc.
No es el mismo comportamiento que se debe tener en una cena de negocios, como en una cena entre amigos, donde todo es más casual y relajado comenzando por la manera de vestir, como tampoco es lo mismo ir a comer un churrasco al aire libre… son tres escenarios totalmente distintos donde por supuesto el código de vestimenta también es importante, es parte del saber estar.
No me imagino a nadie yendo a un churrasco con frac, sería un desubicado total, como tampoco entendería que alguien acuda a un restaurante, no necesariamente de 3 estrellas Michelin, con short y zapatillas deportivas, todo tiene su momento y su lugar, seguramente hay establecimientos con una temática deportiva donde si lo podremos hacer sin ningún problema, es por ello que es tan importante el saber ser y el saber estar.
En muchas ocasiones, abusamos de la palabra discriminación cuando nos piden que respetemos ciertas reglas, mismas que son propias de los restaurantes que con absoluto derecho desean mantener una línea…
Esto no sucede solo en los restaurantes, también cuando vamos al teatro hay pautas de comportamiento que debemos respetar, no solo en la manera de vestir sino en la conducta que debemos tener: no hablar, no comer, no beber, etc. Tienen una razón de ser y es el común denominador para cualquier establecimiento: Respeto a los artistas, respeto a los demás.
Algunas veces debemos ser más respetuosos y reservados como en un teatro, un concierto de piano, etc. y en otras oportunidades nuestras emociones pueden ser más relajadas como en un partido de futbol u otra actividad que por naturaleza demande que nuestras emociones sean más evidentes y naturales.
Esto nos demuestra que algunas costumbres son culturales y está bien saberlas, por eso es bueno aprovechar las oportunidades que nos da la vida para formarnos, ganando experiencia en nuestro día a día y si es viajando mejor aún pero no es un secreto que una buena lectura nunca estará demás.
“Saber ser y saber estar, es comportarse de acuerdo al entorno en el que te encuentres, sin que ello suponga la pérdida de tu propia personalidad” – Carlos Fuente
El protocolo social y la etiqueta, nos brinda pautas y recomendaciones para saber ser y saber estar donde el formalismo y la rigidez no debería existir pero debemos estar conscientes que el origen mismo del saber ser y saber estar es el respeto, pues es la base de todo.
Para concluir, es necesario mencionar una vez más que el saber ser y saber estar está en todo y muy lejos de querer hablar de política y todo lo que se asemeje, me viene a la memoria la posesión del presidente de un país vecino y lo tomo como ejemplo por ser bastante ilustrativo. Muy lejos de reivindicar sus orígenes, la flamante Directora General de Ceremonial y el Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo único que hizo fue echar por la borda lo que debió haber sido una ceremonia de trascendencia. Incluso titulares de prensa destacaban más su indumentaria que la propia presencia del nuevo presidente, el tipo de vestimenta, el tocado sobre la cabeza, el color y la altura se robaron el show, por si fuera poco, en reiteradas ocasiones se la vio como si fuera la Primera Dama, evidentemente la señora no supo que un profesional del ceremonial y el protocolo debe ser invisible, pues no está ahí para sobresalir o aparentar, debe ser discreto y nunca debe restar protagonismo a las autoridades y mucho menos su presidente.
Por si fuera poco, este es un ejemplo más de lo que es “no saber ser ni saber estar”; en precedencias el lugar de mayor importancia y honor siempre es la derecha y es cedida a la autoridad principal o de mayor rango y cuando la Jefa de Protocolo acompañó al Rey de España D. Felipe VI, adivinen a qué lado se situó ella.
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