En el lugar correcto… Derecha o Izquierda

Aunque para muchos es indiferente, es importante saber cuál es el lugar correcto.

No es una simple ocurrencia o capricho de quienes se ocupan de estos temas. Conocer la llamada “Ley de la derecha” o “Principio de la derecha” nunca estará demás, pero de manera obligatoria debe ser de conocimiento absoluto de todos quienes ocupan cargos en los que es menester no solo conocer sino dominar aspectos que podrían evitar susceptibilidades, fricciones y peor aún conflictos entre Estados.

Ciertamente quien ocupa un lugar dentro del área del ceremonial y/o protocolo, debe ser una persona capacitada e idealmente con experiencia para evitar errores e improvisaciones que puedan rayar no solo en lo absurdo, sino en la poca credibilidad de todo un sistema.

El ceremonial y el protocolo están presentes en la organización de cualquier evento, aunque al escuchar o leer estos dos términos, lo asociamos casi de manera inconsciente a temas que atañen únicamente al ámbito diplomático y/o de Estado, lo cual es completamente falso.

¿Quién no ha organizado una reunión alguna vez?

Seguramente al hacerlo tuvieron que pensar en muchos aspectos como, el lugar, abierto o cerrado, capacidad, cantidad de asistentes, autoridades, refrigerios, bebidas, sillas, mesas, micrófonos, personal de servicio, material de escritorio y así podría seguir escribiendo aspectos tan necesarios e importantes para la realización exitosa de esa reunión.

Todos estos detalles son el pan nuestro de cada día en las empresas, sin embargo deberían tener un departamento que se ocupe especialmente de estas tareas, es un tema de imagen que definitivamente ayudaría no solo en su posicionamiento dentro del mercado sino con el cumplimiento de sus objetivos.

Pero no solo es tener conocimiento en mover sillas y planificar el menú del refrigerio como muchas personas deben pensar. Las responsabilidades de un agente de ceremonial y protocolo van mucho más allá, y es por eso que deben ser personas idóneas para el cargo y no ser nombradas por amistad o afinidad.

Si nos referimos a las actividades del Estado respecto a la organización de actos y eventos, quienes son responsables directos de estos temas se encuentran en la Dirección del Ceremonial del Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores, quienes con seguridad o por lo menos así lo espero, tiene la preparación necesaria para cumplir adecuadamente con estas delicadas funciones.

Hablar del ordenamiento correcto en cualquier acto, es de vital importancia, ya que como escribí líneas arriba, puede provocar momentos desagradables, molestias y susceptibilidades entre autoridades e incluso fricciones y conflictos entre estados.

Tener conocimiento de lo que significa presidencia y precedencia es de suma importancia para saber ubicar en el lugar correcto a cada autoridad, sea en un banquete o en cualquier acto o evento de estado y/o diplomático, y por lo mismo saber lo que es el principio de la derecha realmente necesario.

Este principio establece que el sitio de honor o preferente es el que se sitúa a la derecha del anfitrión y sucede y aplica lo mismo para la colocación de banderas.

Hace algunas semanas atrás, se llevó a cabo la transmisión del mando presidencial en Chile, donde se pudo evidenciar algunos errores de protocolo, sin embargo al que me voy a referir únicamente es al momento posterior al cambio de mando cuando los Presidentes y Jefes de Estado invitados se dirigían al almuerzo ofrecido por el flamante Presidente en el Palacio del Cerro Castillo, donde la recién nombrada Jefe de Protocolo recibió y acompaño a D. Felipe VI así como a otros jefes de Estado, ocupando la derecha, cuando lo correcto era que la derecha sea ocupada la autoridad invitada, pues era el lugar preferente y de honor.

Dentro del ceremonial y el protocolo, hay tareas que no se ven… el ceremonialista es el primero en llegar y el último en retirarse, el ceremonialista cuida cada detalle para que un evento sea exitoso, busca soluciones cuando es necesario pero siempre basado en la experiencia y jamás en la improvisación, el ceremonialista corre si es necesario y es prácticamente invisible, sabe que su lugar no es el de protagonista… acompaña a las más altas autoridades y por lo mismo conoce perfectamente sus funciones.

Quien piensa en selfies todo el tiempo y vive posando para la cámara tal vez no está en el lugar adecuado, un verdadero ceremonialista debe ser discreto no solo en la manera de comportarse, sino también en la manera de vestir para cada acto.

… Nadie lo ve pero sin el, nada funciona



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